jueves, 30 de julio de 2009

LA MERMELADA DE ARANDANOS COMO OBJETO GENERADOR DE FELICIDAD

Si en estos días alguien me preguntara qué es la gloria, yo diría que es ese frasquito que descansa en mi heladera y que poquito a poco se va vaciando.

Imagino que en el Sur argentino habrá otras mucho más deliciosas (los dulces de ahí son de lo mejor que probé en mi vida), pero yo ya estoy muy contenta con esta exquisitez que fabrican los de La Campagnola.

Quiero dejar en claro que para mí la felicidad no existe. No se trata de una máxima pesimista: considero que se puede tener buenos y muy buenos momentos. Pero la palabra felicidad me parece pretenciosa, como que aspira a algo perfecto, sublime. Una payasada. ¿Qué es la felicidad, acaso? ¿Y cuánto dura? Suena a algo efímero, inalcanzable. Paradójicamente, creo que todas las personas nos pasamos la vida luchando por conseguirla, por llegar a un status de placer absoluto.

Igual no importa, el párrafo anterior da para largo y yo quiero escribir sobre algo corto. El frasquito que tengo en la heladera mide apenas 13 centímetros y contiene 454 gramos de riquísima mermelada de arándanos.

Sí creo, en cambio, en estos detalles que parecen ínfimos, pero que pueden mejorar nuestro ánimo. A veces me pasa que es la hora del almuerzo, pero yo me tomaría un café con leche con tostadas untadas con este dulce de color uva. Otras me sucede que me despierto a la noche, pero me vuelvo a dormir rápido, porque pienso: “Descansá, descansá tranquila. Total, en unas horas disfrutás de la mermelada”. Y otras, la extraño: si estoy en lo de una amiga y es tarde, me vuelvo igual a dormir a mi casa. No vaya a ser cosa que me levante, abra la heladera y ella no esté ahí para alegrarme la vida.

13 comentarios:

Jota dijo...

boludaaaaaa!!!!!!! EStoy en este preciso instante comiendo unas tostadas con esa mermelada!!!!!!!!!


Creo que somos hermanos y no nos avisaron.

marce / lechu dijo...

¿Era eso? ¿Era cuestión de comprar mermelada La Campagnola de arándanos? Y yo acá, haciéndome problemas. Bueno, dejo de escribir que me voy a lo de los chinos. ¡Voy a comprar mi frasquito de la felicidad!

Anónimo dijo...

Trece centimetros no es tan corto, tengo por lo menos 1 teoría para sostener mi afirmación.

Joel Kotlar dijo...

Yo tengo otra teoría: uno está grande cuando le empiezan a gustar cosas rebuscadas como una mermelada de arándanos en lugar del viejo y querido dulce de leche...

Inés Lerda dijo...

Qué bueno que haya estas cosas que siempre te hacen feliz! como la mermelada de arándanos, o el mousse de arándanos de freddo o el bocadito marroc.

Nicolás dijo...

Para hacerla completa, untala en rebadas de pan apenas tostado Bimbo Oroweat, que tienen semillas de amapola, girasol y lino, con un toque de avena y miel. Y después me contás.

vero dijo...

Voy a comprar urgente esa mermelada!! Recuerdo, en este instante, la mermelada de frutos del bosque que me trajeron del sur,mmmm, que rico!!!

Etienne dijo...

Yo soy un niño pequeño (según la peoria por ahi arriba expuesta) ya que muy buenos momentos tengo seguido pero la felicidad me la sigue proporcionando el viejísimo y muy querido dulce de leche!!

Aunque podrías probar la mermelada de saúco y rosa mosqueta que dicen está de once puntos!!

lili dijo...

que buena tu mermelada para untar con tostadas y, por supuesto, con un rico cafe con leche. (este es mi primer comentario, per eso mi timidez). un beso tu tia Lily

De Tal Palo dijo...

¡Qué buen dato me tiraste, amiga! Hace poco terminé una que me trajeron del sur y todavia no me repongo anímicamente. Todo bien con la BC, pero simplemente no llena el vacío.

Pat dijo...

Creo que es una gran señal de inteligencia poder encontrar porciones de felicidad a tan bajo costo y al alcance de la mano!
besitos

Unknown dijo...

la felicidad siempre se aloja cerca de las frutas que vienen del sur.
lo sé por experiencia propia. ponele.

Abril dijo...

El dolor que me produce ya no encontrarla en la góndola del super