lunes, 31 de enero de 2011

YO QUIERO VOLVER A SER BLOGGER

Hubo una época en que los blogs eran divertidos: posteaba un amigo, después otro, y así nos entreteníamos.

Y uno nos recomendaba un blog de tal y todos lo seguíamos.

Nuestros blogs surgieron como un espacio para eso: una cuestión lúdica, un juego de chicos (un juego con letras) que, por ser grandes, ya no se veían tan seguido.

Hay textos que recuerdo cada tanto: por buenos, por originales, por graciosos.

Era, también, una forma de mimarnos el ego, de empujarnos: un elogio que nos hacía sentir bien. Que nos hacía reir, que nos enorgullecía.

Me pregunto dónde quedó todo aquello: ¿Perdimos las palabras? ¿Empezamos a dejar de observar para mirar otras cosas? ¿Dejamos de sentir esos lugares virtuales como propios?

En estos días estuve pensando que yo quiero resucitar el mío. Sin esfuerzo, sólo por placer. Como si nos juntáramos a charlar de la vida un mediodía, después de mucho tiempo, con una ensalada y unas aguas de por medio.