Pertenezco a la camada de Egresados 2000, y formé parte de un pequeño grupo que egresó del colegio Naciones Unidas de Monte Grande.
El Naciones es el mejor secundario estatal de la ciudad, aunque según me cuentan su nivel empeora año a año (quizá como la educación en general). Iba al turno mañana, en una época en la que ir a esa hora al Naciones era soportar la dictadura de una jefa de preceptores que se llamaba Laura (no recuerdo el apellido).
Laura era tremenda: a las chicas nos obligaba a "llevar el pelo recogido" (así decía ella), a usar el guardapolvos por la rodilla: si no cumplías, no te dejaba entrar. Ah! Y tampoco podíamos ir pintadas. Con los hombres la exigencia era similar: el pelo atado para los que lo usaban largo y estaba prohibida la barba.
Mi grupo de amigas se formó en segundo año y estaba integrado por Vero, Melina, Tuki y yo.
Vero era la más remolona del grupo: era vaga y los fines de semana no se despertaba antes de las 4 de la tarde. Le gustaba mucho comer –eso no cambió- y por eso para nosotras es La Gorda (aunque en realidad no es gorda). Siempre estuvo de novia… De hecho, fue madre a los 20 años. No fue una alumna destacada, pero le puso garra.
Melina era la más colgada. Uno estaba hablando y ella estaba en cualquiera, en su mundo. Llegaba tarde siempre, a todos lados. Era inteligente: leía y le iba bien. Y se hacía los mejores machetes del mundo. Hacía de todo: estudiaba piano, inglés, entrenaba atletismo en el colegio y también con los "ponjas" (así llamaba ella a la colectividad japonesa a la que pertenecía, ya que su abuelo era inmigrante). Era casi tan tímida como Vero, pero nunca tenía novio.
Tuki era graciosa (y su risa también lo era). Era extremadamente ordenada y prolija; y subrayaba todo con colores. Borraba con Liquid paper, pero no lo prestaba porque no quería que se le gaste. Su belleza le traía frutos: era a la que mejor le iba con los muchachos y ganaba cada vez que salíamos a bailar.
En ese tiempo nos divertíamos barato. En el boliche (se llamaba Boxer; ya no existe más) jugábamos a muchas cosas: a ver quién se transaba al pibe más feo, a ver quién tocaba el mejor culo y se "vengaba" de los chicos que se lo tocaban a las mujeres…
Todas llevábamos un peso para comprarnos algo en el recreo. Todas. Un peso. Una moneda. Nada más (y a veces era menos). Recurríamos casi siempre a las mismas cosas: alfajores Guaymallén o Capitán del Espacio, paquete de palitos, un juguito Baggio, Naranjú, algún heladito en verano... Hubo una etapa en la que las hamburguesas de McDonalds costaban 40 centavos los lunes: con Melina nos guardábamos las monedas y nos comíamos una camino a casa.
Todo esto viene a cuento porque el domingo nos juntamos y, además de los cambios personales, noté un crecimiento: ocho años después cenamos sushi en las Lomitas, algo así como el Palermo Hollywood de Lomas de Zamora. La pasamos muy bien.
6 comentarios:
Que lindos recuerdos!!La verdad que la secundaria fue para mi una etapa importante e inolvidable.
Te falto una breve decripcion tuya,a los lectores les cuento que Aye,le iba muy bien,era super colgada,perdia todo,no llevaba utiles,solo una lapicera y tachaba las hojas que luego no pasaba.
La verdadque fue una linda epoca nos divertiamos mucho.
Gracias Vero por el dato, Ay se estaba haciendo la zonza...
Con las chicas tenemos miles de recuerdos de la secundaria, pero seguramente siempre nos quedamos con las salidas nocturnas. Nos juntábamos todas en una casa para ir a bailar y ahí se armaba el tole tole: había que ver qué ropa nos poníamos. Podíamos llegar a probarnos más combinaciones que Mirtha Legrand en la entrega de los Martín Fierro...
sólo un comentario: creo que todos pensamos o creemos que nuestro secundario era el mejor estatal... yo decía lo mismo del Nacional 17, y también aseguro que fue empeorando, que era el mejor cuando entré y uno más cuando me fui. No nos mintamos más!!!
:P
En este caso era el mejor de Monte Grande... Sólo el mejor mejor de la ciudad.
nunca me gusto la secundaria, ni los profesores, ni laura, ni couseiro, guerra... recien en 3º año me di cuenta de que mis compañeros eran divertidos, aunque bastante densos.
hoy, aunque el grupo esta dividido (chicas vs. chicos), con muchos mantego una verdadera amistad.
Me gusto mucho lo q escribiste, no solo porque hablas bien de mi... sino, porque coincido con la "gorda" en que fue una de las mejores epocas de mi vida, y me es inevitable sentir mucha nostalgia por los momentos vividos.
Por tal motivo es imposible q me olvide de mis 4 amigas de secundaria que hicieron que esos momentos fueran mas increibles todavia.
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