miércoles, 7 de octubre de 2009

UNA SEMANA EN UN TORNEO DE TENIS


La riqueza que veo es gente bien vestida. La camisa de marca (un cocodrilo, un polista o una L en el costado izquierdo), los zapatos o zapatillas que combinan con el cinturón, los anteojos súper modernos. Y así. La riqueza que veo es ropa nueva, reluciente. Y el color de piel tostado, aunque haga frío. Y así.

La riqueza que veo la conforman también autos deslumbrantes. Por gigantes, por su luminosidad, por su diseño extraño. Y la gente bien vestida que se esfuerza porque a ellos se los vea ahí.

La riqueza que veo es un nenito comprándose todo lo que ve: pelotitas de tenis, raquetas, remeras, hamburguesas y papas fritas a un precio inusitado (y la hamburguesa que queda por la mitad, en un tacho de basura, porque el nenito se cansó de comerla). Y que dice: “Mami, quiero más”.

La riqueza que veo son personas que pagan una cuota muy muy cara por entrenarse, por hacer ejercicio, en un lugar que no tiene mucho de diferente a otros de esos lugares. Pienso: en ese precio debe cobrarse también el costo por pertenecer.

La riqueza que veo es gente que usa la s como una sh. Me pregunto: ¿en la escuela se lo enseñarán así?

La riqueza que veo me aburre. Y me aburre mucho. Entonces pienso en otras riquezas y pienso cuánto me gusta ver jugar a Gastón Gaudio. Pienso: ¡qué riqueza de talento, por favor!

Me muevo entre toda esta riqueza y desde mi derecha un compañero que me dice que vayamos a la carpa de prensa a merendar: que tomemos el café de ahí y que él trajo galletitas. ¿Ricas? Riquísimas.

5 comentarios:

Etienne dijo...

Esa riqueza, en definitiva, es superflua, es solamente material.
Si fuera riqueza real, de esa que en serio vale, el niño se comería toda la hamburguesa, y agradecería a su mamá por habérsela comprado, habría respeto por el de al lado, habría más esfuerzo genuino por pulir ese talento natural, habría otras cosas que no debería ser necesario mostrar aunque existan.
Esas galletitas deben ser de ricas...! Me convidás una?

Princesa Turquesa dijo...

Coincido únicamente con la riqueza en talento del Gato... Es cierto, hay un gran porcentaje de público que se acerca sólo para figurar. Pero también estamos los que vamos (caminando, no en autos lujosos) porque nos gusta el tenis. Y si conseguimos alguna acreditación, mucho mejor, pero tomamos el café de Freddo porque el de la carpa de prensa es horrible...está mal eso?

pd: gracias por tu gestión, está guardada en mi corazón!:)

Inés Lerda dijo...

me hizo acordar a los pantalones y las camperas bien negros, no arratonados, y el olor a nuevo de los zapatos de cuero que se sentía en la fiesta de SADE...
además de verlo jugar a Gastón, cómo nos gusta verlo él, es tan lindo!

Princesa Turquesa dijo...

Ay sí, cómo nos gusta!!!

pd: cómo no fuimos a Montevideo???

Edu dijo...

Todo eso no debería llamarse riqueza, pero vivimos en un mundo donde el poder es el dinero, y como si fuera una puesta en escena, todo está armado para que nuestras vidas giren en torno a ello y es muy difícil salir de la trampa.
De todas formas, no creo que eso sea riqueza. Riqueza es lo que cada uno lleva en su interior.
"El lujo es vulgaridad" dijo alguien alguna vez.

Besos!