miércoles, 17 de diciembre de 2014

LAS INFIDELIDADES, DIEGO MILITO, UN SUPER YO CASTRADOR Y RACING: UN SUEÑO CON FINAL DE CAMPEÓN

Soy una garca. Ya le robé el novio a una amiga que quiero mucho y me jacté de eso delante de ella y ahora engaño a ese pibe. Ahora soy la novia de Diego Milito. Soy una infiel a cuerdas.

Cuando me despierte de este sueño que parece gracioso pero que es perturbador voy a sentir una angustia profunda. Pero ahora lo tengo a Diego al lado y simulo que lo miro contenta cuando en realidad siento desagrado: Milito me parece feo.

Nos acariciamos, él está enamorado de mí y yo le hago creer que también. Pero no, Diego: oculto que tus ojos grandes no me atraen, que no me gustan los flacos, que jamás sentí por vos una gota de admiración en tu carrera como futbolista. Te miro las piernas. Tenés un lunar grande en una de ellas. Y me despierto.

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El amor que siento por Racing nació cuando el Mago Capria empezó a jugar en el club. Es parte de las simpatías de una adolescencia atravesada por la adicción al fútbol. En eso pienso cuando me levanto y busco en los orígenes del sueño para tratar de entender: por qué Milito, por qué Racing.

Aparece Capria y sus ojos hermosos, y la camiseta con la publicidad de Rosamonte. Y se cruza un novio que tuve, que tenía ojos claros, un proyecto de panza más grande que la del Mago Capria y un fanatismo por Racing que me enamoraba.

A él no lo cagué. Lo acompañé a ver a Racing algunas veces y lo hice con el deseo de que el equipo ganara. Canté por Racing, estuve en el paravalanchas, comí choris en la puerta del Cilindro y me atrapó el encanto de los mitos que rodean a Racing.

En ese entonces, Milito era parte del equipo.

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Un poco le resumo todo eso a Patricia en esta sesión de análisis que tenemos todos los jueves a la mañana. Me pregunta qué sé de Milito.

Debutó en Racing, era un delantero burro, burro es malo, jugaba mal, era rápido pero atolondrado, le faltaba madurar y tenía un hermano bueno, el Milito bueno, el que jugaba en la selección juvenil y era campeón y defendía tan tan bien que le decían Mariscal como a Perfumo, y Diego en Racing y Gabriel en Independiente, y Diego pelo lacio y Gabriel rulitos, hasta que Diego se fue a Europa y empezó a crecer tanto tanto tanto que acá llegaban noticias de que hacía goles todos los partidos, en los equipos chicos en los que estaba terminaba como goleador, en Italia la rompía, y la rompió tanto que pasó a un equipo grande como el Inter y ganó ligas y champions y entonces dejó de ser el burro burro burro para ser el Milito bueno. El Milito respetable.

Patri dice "milito viene del verbo militar, ¿no?". Y agrega que ella lo vio en estos días por la tele. Claro, Patri. Milito volvió y ahora Racing puede ser campeón.

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Racing. Racing y su hinchada y el mito boludo de hacer del sufrimiento un goce y una jactancia insólita. Racing y un fanatismo para el diván. Racing y las veces que fui a la cancha, el gol de Bedoya a River que grité con todo en plena popular de River porque mi tío que era gallina me llevó ahí, la emoción que sentí por el campeonato de 2001 y aquellas dos canchas llenas.

Racing y las notas que hice por y para Racing: porque Racing me gustaba. Racing y un novio hincha de Independiente que se hacía mala sangre porque yo quería a Racing. Racing y los hinchas famosos, Perón, Pelé, Sean Connery. Y John Lennon, una nota que disfruté muchísimo, y en la que Bobby Flores me aseguró que vio un video en el que Lennon, en la previa a la Intercontinental contra el Celtic, decía que gustaba de Racing:

"Espera, ¿cómo se llama el equipo que juega contra el Celtic? ¿Racing? Ey, ¡me gusta Racing! ¡Viva Racing! ¡Soy de Racing!".

A Racing lo dirigió el Diego, viejo.

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Soñé con Diego Milito días antes de la consagración de Racing. No sé si alguna vez seré su novia, pero dejo la puerta abierta: he tenido sueños que después cumplí.

Ese día me dolió el pecho. Me sentí una hija de puta por la crueldad de cagar y cagar a gente que quiero. Apareció un súper yo juzgador y castrador que me dolió, pero también me sirvió para repensar algunas cuestiones.

Apareció también un poquito de la hincha de Racing que tengo adentro. Ahora lo puedo contar. Ahora Racing ya es campeón.

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