sábado, 26 de febrero de 2011

BELLA VISTA 4-1 DANUBIO


Era mediodía y Montevideo estaba linda como siempre: el solcito del domingo se mezclaba con la brisa que venía del río. Leíamos el diario y Leo comentó que el Chino Recoba jugaba esa tarde en Danubio, que visitaba a Bella Vista. A Ceci y a mí la noticia no nos pareció gran cosa, pero nos dejamos sorprender: fue como uno de esos días en los que uno no espera nada más que, precisamente, que algo lo sorprenda.

La cita era en el barrio El Prado, uno de los que más nos gusta. “Y bueno, vamos”, dijimos. Y nos propusimos dormir una siesta en el Rosedal, mientras Leo se iba a descansar a la cama de un hotel.

El colectivo se hizo esperar, pero valdría la pena. Es extraño, pero a veces pienso que Montevideo siempre nos aguarda con una grata historia, con una anécdota cálida para atesorar después de cada escapada.

Los domingos, parece, la gente de allí desaparece. Nos preguntamos adónde irán esos cuatro millones de personas y cómo era que no había nadie para contestarnos qué camino debíamos tomar. Hasta que apareció Luis.

Luis venía en el mismo colectivo y bajó con nosotras. Le pregunté por la cancha de Bella Vista: nos indicó y nos dijo que él iba para ahí. “Entonces te seguimos”, lo invité. Y fuimos.

En el trayecto nos contó que era del barrio, pero que no vivía ahí desde que se casó: su mujer eligió otro sitio. Después nos dio datos sobre la iglesia del lugar. “Yo me tendría que haber casado acá, la verdad, porque es hermosa. Pero mi señora quiso en otra...”, se lamentó. Ceci y yo nos miramos: después coincidimos en que era evidente que Luis era un pollerudo.

Sin embargo, nos cayó bárbaro. Desvió su trayecto para hacernos una mini recorrida por El Prado, nos narró historias y nos contó orgulloso que su hijo era de Nacional, pero que a los 10 años se había hecho hincha de Bella Vista. Que iba con el equipo a todos lados, que llegaba muy temprano a la cancha para colgar banderas. Ceci y yo nos miramos: después coincidimos en que era evidente que el hijo de Luis era barrabrava.

Luis nos indicó un buen lugar para dormir la siesta, cerca de la cancha, y nos pidió que fuéramos a la tribuna local, que era más tranquila y familiar.

Obvio, allí estuvimos. Un estadio, el José Nasazzi, con capacidad para ocho mil personas, es el lugar donde juega Bella Vista, un equipo que salió segundo en el torneo anterior y que ahora quiere que le vaya bien en este, el Apertura, para clasificarse a una Copa.

Fue conmovedor. Al lado nuestro teníamos a madres jóvenes con sus hijos: en plena tribuna había cochecitos de bebé. Y, en consecuencia, nenes jugando cerquita del alambrado. Había muchos tomando mate. Había señores que vendían chocolates y gente que aprovechó el entretiempo para comprar torta fritas en el buffet. Había gritos del tipo: “¡Vamo’ Bella Vista nomá!”.

En la cancha, Bella Vista jugó un partidazo. Y, hay que decirlo, Recoba (que pasó de jugar en el Giuseppe Meazza a correr en un césped desastroso) no la tocó. Varios le gritaron un fracasado tan hiriente que me dolió. Era previsible, igual, porque el mismo diario que anunciaba el partido comentaba que el día anterior el zurdo había sido el animador en la noche de carnaval.

La experiencia me sirvió para cerrar una idea que tenía en mente desde hace rato: que los partidos de fútbol deberían durar sólo un tiempo.

Allá, en Montevideo, Ceci, Leo y yo celebramos la victoria de Bella Vista. Y festejamos el hecho de salir de la cancha con la otra hinchada, sin que pasara nada. Sin que nadie se cargara. Sin policía cerca.

Acá, en Buenos Aires, me entero que a Bella Vista le dicen el equipo papal, por la camiseta mitad blanca y mitad amarilla: los colores del Vaticano. Busco y encuentro en Youtube una canción dedicada al club, Hoy quiero soñar, de Martín Vargues. Y miro los diarios uruguayos por internet: Bella Vista perdió este domingo con Nacional, en el Centenario, por 1 a 0.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

qué grande luisito, qué pena que no lo grabamos!!

Anónimo dijo...

Bella Vista es un club de los mas ricos en historia del Uruguay. Su figura principal es José Nasazzi que era hincha y fue jugador de Bella Vista por alla en los años 30. Uruguay salió campeon del mundo 3 veces y José Nasazzi era el capitan y jugadore estrella. Hoy en dia es legendario, es el mejor jugador que ha habido en la historia del futbol mundial y jugaba el, en esa cancha que estuvieron. El Estadio José Nasazzi.

Yo soy papal a muerte y aprovecho para pasarles la pagina de dicha institucion, www.cienporcientopapal.com saludos!

Un saludo

Juan