viernes, 19 de febrero de 2010

EN BOLIVIA PIENSO....

Es extraño pensar que nosotras -Flori y yo, pero los que rodean nuestro contexto en Argentina también- deberíamos ser así como ellos: morochos, de pelo lacio negro, con ojos chiquititos. En verdad, nosotras -Flori y yo, pero nuestro contexto en Argentina también- deberíamos tener los rasgos de los indios que habitaron Latinoamérica. Pero no.
Es extraño pensar que nosotras somos de acá, de esta parte del continente, pero los dueños de estas tierras (por el privilegio de haber sido los primeros pero también por adorarla) son y fueron los indígenas. Hasta que la mano blanca exterminó a muchos de ellos.
En Bolivia, la mayor parte de la población tiene sangre aborigen. Nosotras no: nosotras somos descendientes de europeos.

6 comentarios:

Nicolás dijo...

¿Sí, qué tal? Antes que nada, borrá la publicidad de Viagra que hay acá arriba.

A vos te hizo mal el paseo por Bolivia, nena!!! Para mí, no todos los indígenas son -y fueron- buenos, como tampoco todos los europeos son -y fueron- malos. Lo que pasó forma parte de la historia, no se puede cambiar.

Muchos de los europeos que vinieron a la Argentina lo hicieron después de la Segunda Guerra Mundial -mi abuelo, por ejemplo- y nada tuvieron que ver con la matanza de indígenas en el sXIX y principios del XX.

Aparte, ser descendiente de europeo tiene sus beneficios, como sacar la doble ciudadanía y recorrer los países de la Unión Europea sin problemas. O mejor aún: no ocupar plaza de extracomunitario en caso de que Barcelona quiera comprarme! :P

PD: ¿Tu nombre no tenía un significado aborigen? Niña alegría o Niña que se ríe, o algo de eso...

;)

Etienne dijo...

Tal vez deberíamos ser un poco más apegados a la tierra, al pueblo, a la familia, a la bandera, al vecino, a las costumbres, a los valores, a nuestros hermanos, a nuestros países vecinos...
Tal vez deberíamos ser mejores personas, y ya, independientemente de nuestra apariencia.
Besos!!

Anónimo dijo...

Uff, ya tenía que estar...

AYE dijo...

En ningún momento hablé de la bondad o maldad de los indígenas ni de los europeos. Ni me incliné por unos o por otros. Sólo escribí que si esa matanza no hubiese ocurrido (no es una cuestión de juzgar, sino una realidad, sin más) quizá nosotros seríamos así.
Igual te quiero, Nico.

Princesa Turquesa dijo...

BIENVENIDA A LA ARGENTINA, AYELENCITA!!!

Shalena Mitcher dijo...

Te capto. Yo, por ejemplo, me tuve que comprar muchos señaladores con la cara de la comandanta Ramona y una frase que dice "Las mujeres con la dignidad rebelde". Soy cualquiera.