La señora que habla sobre mí es mi abuela. Pero no le decimos abu, ni abue, ni abuelita: ella es Kika. Y queda claro, es mi fan número uno. Aquellos que me conocen saben que este video no fue arreglado: lo que ella dice es lo que piensa. ¿Cómo es que alguien te quiera así? ¡Buenísimo!
Kika es mi fuente de consulta. Y no sólo me da consejos para cocinar, sino que opina de todo: qué ropa me tengo que poner para determinada situación, qué remedio tengo que tomar si me siento mal y hasta cómo debo resolver una situación amorosa. A veces falla, pero yo siempre le digo que me dio la recomendación exacta.
Kika es optimista, es charlatana, es híper coqueta. De hecho, se molestó un poquito porque la filmé y no la dejé ir a pintarse antes. Fue maestra de toda una generación en Monte Grande y cuando vamos por la calle, muchos de ellos la paran para saludarla. A todos les dice que los recuerda, aunque cuando se alejan me confiesa que no tiene ni idea de quiénes son.
No entiendo cómo los productores de televisión todavía no se avivaron. No entiendo cómo no hay un programa hecho por un grupo de abuelas piolas que hablen sobre actualidad, política, cocina, música... Que discutan entre ellas y nos den su visión del mundo. Por eso, prometo para más adelante otros videos, con consejos de mi abuela para nosotros, la gente joven.
Kika fue maestra, decía, fue Directora y, una vez jubilada, se dedicó a ayudar. Fue presidenta de las Damas de beneficencia de Monte Grande y secretaria de la filial de la Cruz Roja de la ciudad. En este último tiempo se cansó de todo y su tarea es llamar a toda la familia por teléfono desde su casa. A mí, por ejemplo, me llama todos los días. Después de haberla grabado, me pidió que le contara qué decía la gente sobre este video. Así que escriban, que yo le transmitiré todo.