miércoles, 19 de noviembre de 2008

DIXIT

Pablo Cuarterolo, fotógrafo, en el viaje en auto desde Buenos Aires a Mar del Plata:

"Una vez entré al baño del restaurante del club Peñarol y vi a un famoso, muchachos. Yo le vi el miembro al Puma Goity... Afectó mi sexualidad en la adultez".

viernes, 14 de noviembre de 2008

SPINETTA


No atender es un error. Llamarse Luis Alberto y que tu nombre suene bien, suene dulce, ya de por sí es complicado. Yo no entendía a Spinetta, porque no le prestaba atención. Su nombre es dulce porque él es un hombre dulce. Dulce: sensible en su esencia. Eso es algo que transmite desde su música, desde sus palabras y muchas veces desde sus actos (sus actos públicos, claro está).

Intentaron obligarme a que me guste. Pero no. Me acerqué a él sola, solita, gracias a una nota que le hicieron a Liliana Herrero, en la que ella hablaba de él. El primer tema al que presté atención fue Todos estos años de gente: la imagen de la florista en el extremo de la calle emborrachándose con Legui me impactó. Siento que escuchar a Spinetta es un rasgo de madurez (de madurez musical, al menos).

Estos dos párrafos son para citar al dulce Luis Alberto. A una frase suya del año 1977, que leí en el libro "Cómo vino la mano (orígenes del Rock Argentino)", de Miguel Grinberg:

"... ahora ya no tengo más excusas, ya comprendí que crear, y crear cosas hermosas depende de una vida hermosa".

De paso, aprovecho este espacio para agradecerle a mi compañero Claudio por prestarme el libro. Aprovecho, también, para decirle que por el hecho de trasladarlo todos los días en mi bolso, seguramente no podré devolvérselo en el estado en que me lo prestó. Gracias y perdón, Clau.