lunes, 30 de junio de 2008

MI AMIGO PABLITO (¡Feliz cumpleaños!)


Es raro lo que voy a contar, pero soy amiga de Pablito Ucha mucho antes de conocerlo.

Yo era pasante de Clarín, cuando un día vinieron tres ex pasantes al diario, de visita. Después supe que se trataba de Pablo, Mariano y Sole.

Sólo hablé con Mariano, con quien ya había cruzado algunas palabras. Pablo estaba ahí, a un costado, flaquito, con su pelo largo, con sus ojos de hombre bueno... Con su remera de Divididos.

¡Justo una remera de Divididos tenía! Esa era mi banda favorita por ese entonces. Ahí lo supe: ese chico sería mi amigo. ¿Más? cuando era lectora, una vez me había llamado la atención una nota color sobre Laferrere, un club del ascenso. La firma: un tal Pablo Ucha Olmedo.

Después trabajamos juntos y, la verdad, la pasamos muy bien. Yo vi cómo él crecía en la empresa; y él vio cómo mi situación laboral iba hacia abajo, hasta que me echaron.Hoy es el cumpleaños número 27 de Pablo, que será Pablito (así, en diminutivo) de por vida.

Creo que si soy amiga de él es porque me doy cuenta de que, pese a que todos lo ven como alguien buenísimo, en realidad es tan hijo de puta como los demás.

Cuento una anécdota: una vez íbamos en su auto, bastante rápido. De golpe, se cruzó alguien, a quien Pablo tuvo que esquivar. Lo hizo y después dijo: "Dale, gordo de mierda". Ahí lo tienen al bueno de Pablo, burlándose del exceso de peso de un pobre tipo.

Aclarado esto, quiero decir que Pablo es mi amigo porque sé su clave del cajero, porque me saca pasajes aéreos con su tarjeta de crédito (y no me reclama el pago), porque aprende a tocar con la guitarra los temas que a mí me gustan, porque yo sola sé que es tan autoexigente que es capaz de contar que ganó un premio, y no que se anotó para participar del concurso.

El es, en parte, responsable de mi madurez musical. Ayer estuve a 20 centímetros de Spinetta (su ídolo, que ahora me gusta a mi también). Pensé que el mejor regalo para Pablo era un autógrafo suyo. Pensé en pedirle a Luis que firme "para Pablito". Pensé muchas cosas con la birome y el cuaderno en la mano, pero no lo pude conseguir.

Tengo mil cosas para decirle a Pablo y a los demás sobre él, pero no me quiero extender. Además, si su noviecita lee esto, quizá se ponga celosa.

Hay tres cosas muy buenas que tiene nuestra amistad: los mails que nos mandamos cuando nos vamos de vacaciones (rememorando a las ya extintas cartas en papel), lo compañero que somos para ir a recitales (una vez preferimos ir a ver a Andrea Prodan, en lugar de asistir al show de Rod Stewart, para el que teníamos entradas gratis), y el hecho de que no nos gusten las fiestas a las que nos invita Mariano.

Para sus cumpleaños, siempre le escribo versitos. El me metió en esta joda de los blogs, así que ahora lo hago en este pequeño espacio.

Estoy harta de que me digas pendeja
Pero no puedo emitir ninguna queja
Es que no debo, nada me deja
Y además temo que esto lo lea tu vieja.

Este cumple viene con cambios
Hay que decirlo, rima con escabios
Y eso que ya no quedan resabios
Del periodismo que hacías hace unos años

Ahora vivís solo y hacés cine
Mejor que ahí yo no me arrime
Guarda, quizá me acerque a fumar un pucho
O a decirte... Pablito, te quiero mucho.

viernes, 27 de junio de 2008

EL CLUB DE TOBI


Para aquellos que piensan que dos violines, una viola y un violoncello pueden resultar aburridos, o simplemente los relacionan con música solemne, ahí están ellos: el Club de Tobi.

Se trata de cuatro músicos uruguayos, de un cuarteto de cuerdas que –pese al número y a los instrumentos-suenan por momentos como una potente banda de rock (¿o acaso son eso?). Hacen versiones de temas populares con dieciseis cuerdas. Ni más ni menos.

Los fui a ver con mi amiga Ceci, con quien también los escuché por primera vez, en un hostel en Cabo Polonio. Jamás me voy a olvidar de aquella noche, no sólo por haber escuchado a esta banda fuera de lo común: esa noche los oímos mientras mirábamos cómo un chico le cocinaba a su novia unos fideos con una salsa con verduras que tenían una pinta increíble. Comentamos con Ceci: “Imaginate que tenés un novio así… Te cagás de la risa”. Lamentablemente, pese a que nos habíamos ilusionado, no nos convidaron. Y no sólo eso: le tuvimos que pedir prestado shampoo a la minita y nos dio un producto de porquería…

En fin, ayer tocaron en el IFT, un muy lindo teatro que yo no conocía y que está en el Abasto. Como llegamos temprano, pudimos recorrer un poco el barrio.

Es raro el Abasto: mezcla bohemia con esa expresión gigante de capitalismo que es el shopping.

El pasaje Carlos Gardel tiene una pensión que parece linda de afuera, pero que adentro no lo es; y al mismo tiempo tiene una tanguería que se llena de extranjeros. Algunas de sus calles están bastante sucias y parecen algo peligrosas; y por otro lado también hay bonitos PH y un hotel alojamiento con una palmera en la puerta que parece que está bastante bien. No averiguamos el precio.

El Club de Tobi tuvo una convocatoria bastante buena. En su mayoría, gente joven. Arrancaron medio timidotes: yo creo que es típico de los uruguayos que vienen a Buenos Aires, me parece que esta ciudad los abruma un poco. Después se soltaron, bailaron e hicieron bromas.

No es fácil ir a ver a una banda instrumental, es cierto. Pero estos chicos hacen cosas muy interesantes. Sueltan temas dulces, como las versiones de Promesas sobre el bidet o Canción para renacer, de Eduardo Mateo. Otras fuertes, como Foxy Negro, de Jimmy Hendrix y Rúben Radan (así, con tilde, como lo dijeron ellos) o La Bestia Pop, de Los Redondos. Y cerraron con un tema divertido: Start it up, de Bob Marley.

Hubo invitados para algunas canciones: un tal Buscaglia en la percusión y un tal Sergio en el saxo, que bailó a lo loco. A mi me hizo reir mucho y a Ceci la enamoró toda. Pensándolo bien, últimamente Ceci se enamora mucho de gente que supera los 45 años.

El Club de Tobi ya tiene a Marimbondo, su tercer disco, en la calle. ¿Quieren escucharlos? Pueden hacerlo acá y también acá.

viernes, 20 de junio de 2008

UN TAL FRANCO




Cada persona reacciona diferente ante las necesidades, pero evidentemente este chico Franco está urgido de una compañía femenina.

El documento fue entregado en la línea B del subte, el que hace el recorrido Leandro N. Alem-Los Incas. Y Franco no se lo daba a cualquiera. En este caso seleccionó a mi amiga Pao. Ante mi pedido de calificación de la belleza del muchacho, Pao contestó: "Menos cuatro".

Quienes vieron el papel rieron a lo loco. Algunos dijeron que se trataba de un violador. Otros lo catalogaron como un pobre tipo.

Una vez, en invierno, le conté a mi abuela Kika que tenía frío en mi casa nueva. Lo hice antes de comprarme la estufa. Y le dije, en chiste: "Quizá publico en los clasificados que busco un chico para hacer cucharita. Quién te dice...".

Esto es tremendo. Imagínense al pobre Franco, redactando estas líneas, con esos errores ortográficos, de acentuación. Imagínenselo llevando ese papelito a la imprenta, pidiendo quién sabe cuántas copias, preguntando cuánto le sale.

Yo quizá le paso el teléfono a una psicóloga amiga, para que lo llame y se ofrezca a atenderlo. Si es que no me cruzo antes con Franco y me da este volante...

martes, 17 de junio de 2008

PUFFFFFF


Estoy yendo al psiquiatra, me da pastillas. Voy dos veces por semana al psicólogo. La verdad, soy hiperquinético, no puedo parar un segundo. Y la cabeza me trabaja a mil. ¿Si conozco a Luciana? Sí, fue mi novia por dos años. El otro día la vi a la madre. Tuve unos quilombos con esa familia: la madre se creía que yo tenía onda con ella.

Vos sos linda, yo no. Vos sos buena mina, yo no. ¿Si fumo mucho? Y… sí. Fumo un paquete por día. Tengo una personalidad adictiva. Por eso, por ejemplo, no tomo cocaína. Porque encima de que soy acelerado, eso me levanta más, ¿viste?

(…) Una vez salí con una mina que me pegaba.



Realmente hay gente que se vende muy mal en la segunda –y última- cita.

jueves, 12 de junio de 2008

YO ME AMO, YO ME ODIO (DAME MAS)


Entrevisté al ex tenista José Luis Clerc, más conocido como Batata. Le dicen así desde que era chiquito. El apodo surgió por su físico: era petiso y gordito. Batata le quedaba bien.

De todas las personas que conocí en mis 25 años de vida, Batata es el hombre que más se ama a sí mismo.

Batata dijo: “Batata es buena persona, Batata viene de una familia de clase media, siempre la luchó, Batata es humilde, Batata tuvo siempre los pies sobre la tierra, Batata no es egoísta ni envidioso”. Dijo también: “Bien flaca, eh. Buena nota. Batata te dijo cosas que nunca dijo”. Todo en tercera persona.

Lo llamativo fue que Batata estuvo frente a la persona que más se odia a sí misma (que vengo a ser yo).

Me hizo acordar a frases mías: “Ayelén es una boluda. Pierde la billetera tres veces por año. Ayelén es una tarada: no madura y comete siempre los mismos errores. Ayelén es una forra: siempre deja todo para último momento y sufre por eso”.

En el medio de estas dos personas (el título de este post podría haber sido “Batata y yo”), hubo un grabador, que fue testigo de esta dualidad durante casi una hora. Mejor me pongo a desgrabar.

martes, 3 de junio de 2008

PEQUEÑO MANUAL DEL VAGO


Yo soy tan vaga que sería incapaz de hacerlo, aunque estoy segura de que sería un gran negocio. Pero voy a aprovechar este espacio para enumerar algunos ítems, característicos de la vaga/o.

I.- Toda vaga sabe que el primer mandamiento es delegar: dar toda responsabilidad por mínima que sea a los demás, y quedarse con nada para hacer.

II.- Aceptar desde un principio que lo que se tiene que hacer, no se llevará a cabo. Entonces, el tiempo que se usa para pensar en esa obligación, aprovecharlo para otra cosa. Por ejemplo, pensar en nada (otra de las cosas favoritas de la vaga).

III.- El vago puede dejar la cama sin hacer, los platos sin lavar, puede guardar tierrita debajo de la alfombra (y los culposos como yo sufrirán esto, sabiendo de antemano esta consecuencia).

IV.- Una vaga puede tener una idea genial (hace tan poco que tiene mucho tiempo para pensar y de hecho suelen ocurrírsele), pero nunca la llevará a cabo.

V.- Un buen vago no disimula su vagancia: eso le demandaría esfuerzo.

VI.- Un buen vago puede quedar sin pareja por siempre si el hecho de conquistar a la persona que le gusta le lleva un (minúsculo) desgaste.

VII.- Un vago puede dejar la tele prendida toda la noche si la está mirando desde la cama y se dio cuenta de que olvidó el control remoto en otra parte de la casa.

VIII.- Un buen vago puede quedarse callado cuando tiene tanta pachorra que ni siquiera siente ganas de emitir sonido.

IX.- Un buen vago olvida el celular en su casa y no retrocede ni tres pasos para buscarlo. ¿Volver a hacer algo? Nunca, jamás.

X.- Un buen vago puede no salir con un chica/o que vive lejos de su casa. O, al contrario, puede elegir salir con alguien que viva bien lejos para verlo pocas veces (el exceso de cariño también da vagancia).

XI.- Un buen vago no debe comprarse una cámara digital. ¿Bajar las fotos a un CD, llevarlas a revelar, ir a retirarlas? Puf... ¡Cuántas responsabilidades para una sola cosa!

XII.- Un buen vago tiene su pequeño mandamiento sobre la siesta:
Ama a la siesta por sobre todas las cosas.
No tomará el nombre “siesta” en vano.
Santificará las siestas.